lunes, 9 de febrero de 2015

Manifiesto por la Paz

¿Cómo empezar algo que deberíamos tener en mente y que no debería hacer falta explicar? Supongo que se han dicho tantas cosas sobre la palabra PAZ, que ya se ha convertido totalmente en utopía. Bien, pues si esta palabra es la idea que muchos afirmáis tener, la verdad es que, con un poco más de fuerza para llegar a un pensamiento algo más profundo, podríais saber que hay algo más. Podríais saber que no tiene por qué ser así. Este manifiesto va dedicado a cada uno de vosotros, quienes seáis y de donde seáis.

Si cada uno pensara que con cada acción buena podríais cambiar un poco el mundo, si cada pensara que tiene en su vida una oportunidad de hacer que todo cambie y, lo más importante, si cada uno pensara que la palabra PAZ no es una utopía, que puede ser hago real, con las ganas que le echemos…

Si todo esto fuera así, nos iría mejor. Por ello hoy vengo a intentar daros un poco de esperanza, un poco de ánimo. Tenemos a unos cuarenta kilómetros a mucha gente que desearía estar en la piel de cualquiera de nosotros. Intentemos valorar la vida y los sentimientos de dolor. Intentemos valorar el respirar y la luz del sol. Y luego, cuando hayamos dado ese paso, cuando sepamos lo que es pasarlo mal y cuando sepamos lo que vale un día de sol y tranquilidad, sólo después de eso empezaremos a valorar la palabra PAZ. Por ello os repito que esto depende de nosotros. Tanto como si eres joven o mayor, eres alguien con posibilidades de hacer que tu prójimo pueda vivir feliz a tu lado.

Por ello, por saber que sentirse marginado, sentirse solo y sentirse incomprendido es horrible, hagamos que estos casos no existan. Respeta al que no es igual a ti. Valora lo diferente. Da las gracias a tu madre por la comida de todos los días, que parece algo sencillo, pero es la verdad. ¿Cuántos de nosotros lo hacemos y, sin embargo, es algo de lo que muchos no gozan? Respira por un momento y mira lo afortunado que eres. Compártelo. Salgamos de este mundo oscuro por fin, dejando de lado todo tipo de prejuicios. Pensemos por una vez que el odio es un lastre, apartémoslo de en medio, pues la vida sin amor es el pozo de un cementerio. La felicidad sin compartir es un cero.

Si estás valorando lo que tienes ahora mismo, si estas dándote cuenta de que hay demasiados casos de xenofobia, maltrato, bulling... y que tú puedes hacer algo por ellos y tienes toda la vida por delante aún, siéntete feliz, sigue hacia delante, fórmate como persona y serás algún día el salvador de muchos. Y como ya dije, si todos pensáramos así, seríamos los que salvaríamos el mundo entero.

Mª Jesús Caballero, 1º Bachillerato

No hay comentarios:

Publicar un comentario